Jóvenes venezolanos que aspiran a ser mineros Bitcoin reconocen algunos frenos


La crisis económica en el país suramericano ha generado iniciativas Bitcoin, siendo la minería uno de los negocios más atractivos. No obstante, el vacío legal que hay en la nación se perfila como la piedra de tranca para la realización de los proyectos en esta materia. 
 
Según el diccionario de la Real Academia, un emprendedor es una persona que “emprende con resolución acciones o empresas innovadoras”, una definición que es normalmente usada para describir una posición ante la vida. Así que si lo que caracteriza a un emprendedor es su capacidad para innovar y tomar resoluciones, entonces el espacio Bitcoin está plagado de personas con este carácter, lo cual constituye una necesidad, siendo este un sistema que aún se encuentra dando sus primeros pasos.

Esta situación no excluye a Venezuela. Por el contrario, la crisis económica del país, fomentada por un fuerte control cambiario, hiperinflación y depreciación de la moneda, ha generado que un mayor números de venezolanos empiece a explorar en el sistema y encuentra en Bitcoin una opción para hacer cara a las dificultades económicas. Se trata de emprendedores que piensan en la criptodivisa como un terreno en el cual desarrollarse.

Las opciones que ofrece el sistema de cambio son vastas: desde ventas realizadas en la moneda digital, cambios de criptodivisa a moneda oficial, negocios y servicios ofertados usando Bitcoin, trabajos con sueldos en bitcoins… hasta el negocio central de la minería.

Defender la minería 

Este último punto se ha popularizado entre los jóvenes del país, y las razones son varias. “Pienso en la minería porque no es complicado, cualquier puede hacerlo una vez se tiene la máquina, además de que podría darme ingresos extras e importantes“, declara H., venezolano de 23 años, estudiante de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

El minado consiste en utilizar un software especial para resolver problemas matemáticos para generar cierto número de bitcoins. Adicionalmente, los mineros se encargan de registrar las transacciones Bitcoin en un libro mayor, recibiendo un porcentaje de la transacción como pago. Todo lo cual crea un incentivo para más personas interesadas en la tecnología.

Entre las ventajas  que ofrece este sistema, el de la minería, se cuenta la ganancia en criptodivisas. H. señala que las mayores ventajas que ofrece recibir ingresos en bitcoins es contar con una moneda universal, que va a tono con la globalización actual, lo cual brinda  una protección ante “las malas decisiones de cualquier Estado”. El estudiante también especifica que planea que su negocio minero sea un negocio familiar con miras a la expansión.

Otro estudiante, J., venezolano de 22 años que actualmente reside en Ottawa, Canadá, ingresará al negocio de la minería pues esto le permitiría tener un negocio de provecho: piensa fundar una minería en Venezuela, ya que en este país latinoamericano la electricidad es más económica, lo que abarata los gastos en operaciones, las cuales solo requieren de la maquinaria especializada, los conocimientos de funcionabilidad y una gran disposición de consumo eléctrico.

Además, para este negocio, J. no cree tener que abandonar el país en el cual reside actualmente: “Se trata de un negocio que no requiere de mi presencia, y esa es otra ventaja, aunque cuento con gente allá (en Venezuela)”, comenta el estudiante de una universidad canadiense.

La opinión de los dos jóvenes coincide con los resultados arrojados por una encuesta realizada a estudiantes de economía de la UCV. En ella, los jóvenes manifestaron que Bitcoin representa una ruta de escape para los problemas económicos del país.

A. de 25 años, graduado en ciencias políticas de la UCV y entusiasta Bitcoin, recuerda que cuando asistió al encuentro de PwC, en Caracas, se topó con una gran cantidad de personas entre los 20 y 27 años que estaban iniciándose en Bitcoin y que estaban pensando en minar.

Según él, en Venezuela, la minería resulta más atractiva que otros negocios relacionados a Bitcoin debido a que esta permite “obtener dinero sin demasiado esfuerzo, y contar con electricidad subsidiada, algo que facilita el trabajo y aumenta los ingresos al reducir los gastos“.

Coincidencias en riesgos

Los entrevistados no solo coinciden en edad y en su forma autodidacta de aprender sobre Bitcoin, sino en las razones por las cuales aún no han iniciado sus negocios mineros: las limitaciones legales en Venezuela. “Lo difícil en Venezuela es el estatus legal de Bitcoin”, declara J. “El Estado es una traba, si no, ya yo hubiese iniciado, pero hay que pensarlo bien”.

El joven asegura que su miedo no es la volatilidad de la moneda, sino Venezuela. Comenta, además, que le afecta la idea de poder llevar a prisión a personas que se vean envueltas en su negocio.

En una línea similar, H. sostiene que, a pesar de las limitaciones que ofrece el país, las cuales son un riesgo a considerar, “lo que hago no es malo, ni realmente ilegal, tengo esa convicción moral”. El estudiante cita otra dificultad que se le ha presentado en el camino: “La importación de la maquinaría me cuesta 2.700 dólares“.

Si bien ha intentado conseguir los equipos necesarios desde hace ya varios meses, los precios representan un obstáculo insalvable.
Hablé con un contacto en China, pero vuelven los precios altos, que son demasiado para mí, por eso intentaré conseguir mejores ofertas en Colombia”.
Los emprendedores se sienten frenados por los recientes casos de detención de mineros, los problemas acaecidos con los intercambios nacionales y la banca, además del vacío legal que presenta Bitcoin en el país.

Fuente: DiarioBitcoin

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